Atención: este es solo el objetivo de esta dieta, no necesariamente el resultado. Los resultados varían según la persona. Consulta con tu médico o dietista antes de comenzar esta (u otra) dieta.
La dieta mediterránea se basa en productos tradicionales de Grecia, Italia, España, Francia y Portugal. No se trata de pizzas o platos llenos de gyros, sino de una alimentación con verduras, frutas, pescado, aceite de oliva, entre otros.
Puedes comparar esta dieta con otras en la página principal.
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Aunque existen diferencias entre los países mediterráneos, hay algunas similitudes que forman parte de la dieta mediterránea:
En la dieta mediterránea, las grasas que consumes provienen principalmente de aceites vegetales, frutos secos, pescado y aguacates. Estos productos contienen muchas grasas insaturadas (saludables).
Se deben consumir menos productos con muchas grasas saturadas o trans (menos saludables), como carnes procesadas, productos lácteos enteros, dulces y snacks.
Consumir más grasas insaturadas puede reducir el nivel de colesterol en sangre, lo que a su vez puede disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, según el Centro de Nutrición.
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Todos los productos con carbohidratos tienen un valor GI (índice glucémico), que indica cuán rápido elevan el nivel de azúcar en sangre. Los carbohidratos, su preparación y la combinación de alimentos influyen en esta subida. La dieta mediterránea incluye más productos con bajo índice glucémico que con alto (puedes leer más sobre el IG).
Los carbohidratos rápidos, como el azúcar, se absorben rápidamente y elevan el nivel de azúcar en sangre rápidamente. Los carbohidratos lentos se digieren primero y se absorben más lentamente.
Según el Fondo Holandés para la Diabetes, la dieta mediterránea es adecuada para personas con diabetes, ya que ayuda a mantener estable el nivel de azúcar en sangre. El fondo aclara que esta dieta es distinta de la pasta o la pizza.
Los carbohidratos (lentos) se digieren y absorben lentamente, lo que contribuye a estabilizar el azúcar en sangre y beneficia al sistema cardiovascular.
Según la versión de Lindberg, la dieta mediterránea es adecuada para personas con sobrepeso o que engordan con facilidad. Es autor de los libros The Mediterranean Diet y The GI Mediterranean Diet (enlace patrocinado), en el que combina la dieta mediterránea, especialmente la griega, con la dieta del índice glucémico (GI).
Lindberg también escribió 'The Greek Doctor's Diet (enlace patrocinado)'.
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Se han escrito muchísimos libros sobre la dieta mediterránea. A continuación listamos algunos enlaces patrocinados de Amazon, Apple y Ebooks:
También hemos listado algunos recetarios de cocina mediterránea:
Consulta con tu médico o dietista antes de comenzar esta (u otra) dieta.
Muévete a tu propia discreción
Con la ayuda profesional de un dietista le resultará más fácil alcanzar sus objetivos. Póngase en contacto con un dietista de su zona o hable con un médico antes de empezar cualquier dieta.
Tenga en cuenta que la mayoría de las dietas no tienen base científica.
Consulte a su médico o dietista antes de empezar una dieta, sobre todo si padece alguna enfermedad crónica como diabetes, enfermedades cardiovasculares, pulmonares o renales.
Si crees que podrías tener un trastorno alimentario (como anorexia o bulimia), es importante que busques ayuda profesional. Contacta con tu médico de cabecera o busca ayuda en otro lugar. Aquí encontrarás una lista de varios sitios web que ofrecen ayuda en línea. Estos sitios también ofrecen información para quienes conocen a alguien con un trastorno alimentario.